Es una técnica indicada en el tratamiento no quirúrgico de las adiposidades localizadas. Consiste en la infiltración, mediante el uso de agujas específicas, de una solución acuosa micro-gelatinosa, biocompatible y totalmente reabsorvible, indicada para el tratamiento localizado de adipocitos mediante el proceso de adipocitolisis. No precisa anestesia previa, ya que es escasamente dolorosa.

El número de sesiones varía entre 2 y 5, según la extensión a tratar, con intervalo medio de 4 semanas entre una y otra.

La intralipoterapia es un protocolo rígido e inmodificable, que debe seguir unas directrices precisas y una posología determinada.

Actualmente los mayores expertos a nivel internacional la consideran el tratamiento de elección como alternativa a la liposucción.

La intralipoterapia esta indicada únicamente en el tratamiento de adiposidades localizadas de pequeña o mediana dimensión en personas que no tienen intención de someterse a una intervención quirúrgica o liposucción.

Con el término adiposidad localizada, se pretende indicar la presencia excesiva de tejido graso no deseado en áreas corporales localizadas que no desaparecen con dieta o ejercicio físico. Se distingue de la condición de sobrepeso y de la celulitis, con las que, sin embargo, a menudo puede asociarse.

Las áreas corporales mayormente afectadas son: los costados, la parte interna de muslos, la parte interior de la rodilla, la región trocantérea (cartucheras), el abdomen, las extremidades superiores y la papada.

Está indicada para mujeres y hombres en buenas condiciones de salud.

Contraindicada en personas alérgicas, embarazadas, en fase de lactancia o cualquier patología activa o enfermedades autoinmunes.

Las indicaciones serán definidas por el médico en el momento de la consulta.

Es aconsejable compatibilizarlo con ultrasonidos externos, y puede ser aconsejable realizar presoterapia o drenaje linfático.

Se desaconseja el uso de plataformas vibratorias y/o radiofrecuencia.

El tratamiento se realiza en 30 minutos por sesión